lunes, 26 de mayo de 2008

Es Tiempo de Recibir la Herencia

Hay una herencia incorruptible guardada para los santos, donde no pueden comérsela ni el saltón, ni el gusano ni el revoltón. Donde no puede llegar el ladrón a robar, destruir o matar. Este lugar no esta a su alcance. Esta reservado por Dios. Dios quiere abrirnos las puertas de ese lugar de bendición para que la tengamos, porque es el tiempo de recibir la Herencia.

Los que hemos creído en Cristo tenemos una herencia. (1ra. Pedro 1, 4.)

Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,

Esta Herencia es incorruptible, no contaminada y sin mancha. Tenemos sello de salvación, Dios nos selló.
- Por que Dios te la entregó: por su misericordia. No hay obra que pueda darme la salvación. Algunos piensan que portándose bien recibirán salvación. La salvación no es por obras sino por fe. Viene como regalo de Dios.
- Esta reservada en los cielos: donde se manifiesta la presencia, la voluntad de Dios. No es cuando me muera que voy a empezar a ver herencia, es que si vivo en la presencia conectado a Dios voy a recibir aquí herencia. Jesús camino en esa herencia, el profeta Elías también la vio, los apóstoles caminaron en ella. Estas dispuesto/a a caminar en tu herencia?

Imaginate que Dios te da 100 millones de pesos. Que harías con ese dinero?

La Herencia que Dios nos da es mas valiosa que el dinero. Dios quiere que tomemos esa herencia, y que no solo la tengamos, sino que comiencemos a caminar en esa herencia. A usar esos millones de pesos, esa fuente de riqueza que no se devalúa, que nadie nos la puede robar.

Ha llegado el tiempo de que se manifieste esa herencia, de que se haga en la tierra como es en los cielos. Dios ha decidido bendecir en este tiempo a tu vida y a esta tierra. En el mundo natural, para recibir herencia alguien tiene que morir, pero nuestra herencia no vino de la muerte, viene de los cielos, de la mano de aquella vida que se levantó de los muertos, aquel en el que quiso el Padre que habitase toda la potencia de los cielos, que vino en el momento perfecto y anuló el acta de los decretos y la clavó en la cruz…

Cual es esa herencia? Romanos 8: 18.

Porque el mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios, y coherederos de Cristo; si empero padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Porque tengo por cierto que lo que en este tiempo se padece, no es de comparar con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada.

Hay una gloria venidera. Tal vez hemos pasado por grandes momentos de aflicción, pero Dios nos dice que sobre nosotros vendrá una gloria mayor que la prueba. puedes decir hoy “hay una gloria que viene sobre mi vida”. Y sera mayor que el tamaño de la prueba.

- Lo que te esta pasando no se compara con lo que vas a recibir.
- Hay varios que están de acuerdo: la tierra esta de acuerdo (ella gime, desea, esta esperando que se manifiste en tu vida la gloria venidera. Estas de acuerdo tu también?. Dios también esta de acuerdo, y donde dos o mas se ponen de acuerdo allí esta Dios respondiendo.

Quienes pueden tomar la herencia? Galatas 4, 1 – 7.

Voy a ser más explícito: el heredero, mientras es menor de edad (un niño), aunque sea propietario (dueño) de todos sus bienes, en nada se diferencia de un esclavo. Y no entrará en posesión de ellos (todos sus bienes) mientras no llegue a la edad señalada por el padre [para el fin de su minoría de edad], sino que deberá estar sujeto a la autoridad de tutores (guardianes, mayordomos) y administradores (gobernador, supervisor de los bienes).

Así también nosotros, cuando éramos menores de edad (en la etapa de niñez), estábamos permanentemente sometidos a la esclavitud (servidumbre) de las leyes, las normas y los principios del mundo en que vivimos. Pero cuando llego la plenitud (el cumplimiento) de los tiempos [, es decir, el día señalado por Dios], Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido en sujeción a [las reglas y regulaciones de] la Ley, para redimir (pagar el rescate y liberar) a los que estaban sujetos a la Ley, a fin de que fuéramos adoptados como hijos [y podamos ser colocados en nuestra posición de hijos adultos].

Y debido a que ustedes son hijos, Dios ha enviado el Espíritu de Su Hijo dentro de nuestros corazones (espíritus), el cual clama [con intensidad]: “¡Abba! ¡Padre!” (Papá, Papito amado).

Así que ya no eres un esclavo (siervo) sino un hijo; y como eres un hijo, Dios te ha hecho también [Su] heredero por medio de Cristo (el Ungido).

En el pueblo de Israel, y en la antigüedad habían dos clases de personas que usaban la herencia: el hijo y el esclavo. Uno era el dueño, otro era el amo hasta que el hijo creciera y tomara el derecho de recibir la herencia.

- Quienes heredan? Los que son hijos. Los hijos son los que heredan
- Mientras el hijo es niño (no ha crecido, no confía, es religioso, legalista) es similar al esclavo. Cuando alcanzas la mayoría de edad – empiezas a creer y a crecer en Dios te dan tu cedula (El sello del Espíritu Santo) que te guía a toda verdad. No valdrá argumento o prueba, nada te podrá apartar del lugar o camino, del amor de tu Dios.
- El esclavo no hereda, los hijos si heredan.

El esclavo no es de la casa, pero el hijo si es de la casa. En el pasaje del hijo prodigo, el hijo que se fue, al acabarse su dinero, lo que se llevó, piensa en regresar al padre, porque tiene una casa. Al regresar este padre lo bendice, le recibe y le pone un anillo. Si te has apartado Dios te invita a regresar a la casa.

El esclavo anda asustado, no es de la casa. Un día lo pueden botar. Pero el hijo anda confiado, es de la casa. El esclavo se va (dijo Jesús) pero el hijo permanece en la casa. El hijo prodigo, aunque perdido regresó a su padre y a su casa, el esclavo no tiene padre ni tiene casa. Alguien aquí puede decir Abba papa, yo soy hijo de Dios?.

Estas llevando vida de hijo o de esclavo?. El hijo tiene acceso a la herencia, el esclavo no tiene derecho a la herencia. El hijo que se quedó en la casa, aunque trabajó más que el, vivía como esclavo, nunca comió del ternero gordo, siempre estuvo de afán en afán, sin disfrutar de lo que tenía su padre celestial.

Podemos estar en la casa de Dios, servir en algún ministerio o equipo, pero si lo hacemos por hacerlo, no somos diferentes de los esclavos. El esclavo no disfruta, lo hace porque tiene que hacerlo. El hijo si disfruta, lo hace porque quiere hacerlo. Si estas viviendo vida de esclavo, déjame decirte que el tiempo de la herencia ha llegado.

Gálatas 4:30 “Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre”.

Entonces comience a ser hijo, a caminar en su herencia. Este es el tiempo de la madurez, de abrir los ojos. De dejar atrás lo que me quiere apartar del camino, soltar los argumentos de niño que quieren quitarme mi herencia en Dios. El mundo te va a argumentar, te va a decir eso es mentira, no se va a dar. No vas a salir de esa situación, de ese problema. Pero yo te recuerdo que Hay una gloria venidera, y luego recordarás como algo vago como fue ese momento de tribulación

Dios no nos quiere como niños en la Fe, sino como hijos maduros para recibir la herencia.

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