lunes, 8 de septiembre de 2008

Cambiando nuestra manera de pensar

Muchas veces los cristianos somos descuidados y creemos que automáticamente estamos protegidos en la vida y que no es necesario orar por cobertura del Padre, que la soberanía de Dios es suficiente, es decir cuando Dios quiere que suceda, sucede y cuando Dios quiere protegernos, nos protege.En otras palabras, según este criterio, poco o nada podemos hacer al respecto de las situaciones en nuestra vida.Bueno, quisiéramos comentar que Dios tiene el resultado final de este mundo, sí, pero que hay cosas en las que necesitamos intervenir, ¡POR SUPUESTO! Esta manera de pensar en la soberanía de Dios ha producido una iglesia apática e inefectiva con las cosas que suceden alrededor.
Todas las promesas de Dios están condicionadas e involucran responsabilidad de nuestra parte, por lo tanto hay cosas que nos suceden, que Dios no desea que pasen, pero pasan. Por ejemplo: Un robo, un accidente, una caída financiera, un hijo que se separa del hogar, en fin algunas cosas que no nos convienen, pero que llegan. Es decir hay cosas que Dios no quiere que nos sucedan pero El no las detiene. Esto debería de preocuparnos, pues Dios no intervendrá en ciertas situaciones si somos malos administradores de los que nos ha sido entregado.Hebreos 6:12 “a fin de que no seáis indolentes, sino imitadores de los que mediante la fe y la paciencia heredan las promesas.”
Es decir, si no PERSEVERAMOS NO ALCANZAREMOS LAS PROMESAS, SI SOMOS INDOLENTES DE LO QUE PASA A NUESTRO ALREDEDOR, nada pasará, tenemos que tener fe pero también perseverar en ella, para que las promesas nos toquen, no es asunto de una emoción de un momento.Isaías 1:19 “Si queréis y obedecéis recibirás lo mejor de la tierra”O sea no llegará solo, necesita de una acción de nuestra parte. La gente cristiana en su mayoría no diezma y se expone a la maldición, pero pretenden que Dios los provea abundantemente. No perdonamos, pero queremos que nuestras oraciones sean escuchadas. NO SE PUEDE.Marcos 11:26 “Pero si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras transgresiones”, y en el versículo anterior dice “cuando estéis orando”No cuidamos de nuestro cuerpo, pero pretendemos estar sanos y andamos buscando cruzadas de milagros para componer nuestra salud. ESTO ES UNA LOCURA.
Bueno, sólo queremos dejar establecido en tu corazón que tú tienes la autoridad, pero si no la usas o la usas mal, los resultados no se van a dar solo porque algún día se hizo una oración de fe. Tienes que actuar y perseverar, primero en tu interior en lo espiritual y luego lo verás en lo material.Para terminar quisiera decirte que si tu reconoces tu autoridad le puedes poner límites al accionar del diablo en tu vida, levántate, santifícate y decreta.
¡TE ESPERAMOS¡
Te bendigo
Apóstol Hugo Oberti